LA PEDAGOGÍA
SALESIANA DE DON BOSCO
Nuestra pedagogía está fundamentada en tres pilares
fundamentales:



Don Bosco era un soñador, pero un soñador con los pies en la
tierra. Sus sueños estaban bien atados a la realidad. ¿Cómo podemos volver a
aquella frescura original del oratorio? Pues está claro, con la caridad, que es
el nombre cristiano del amor.
La Casa de Don Bosco
debe ser como una gran familia. Su estilo de familia no es patriarcal, donde el
padre es jefe indiscutible. Es un estilo de familia popular y sencilla, llenos
de buenas relaciones.

La pasión por los
jóvenes, que da sentido a cuanto hace, la unión con Dios perfectamente unida a
la anterior. Para Don Bosco sólo hay una forma de encontrarse con Dios y una
única forma de encontrarse con los jóvenes. Pues bien, fruto de este binomio
surge todo un modo de educar original y distinto. Es la pedagogía de la bondad,
donde el amor tiene la primera y última palabra porque Dios es Amor y amar es
portar y ofrecer a Dios.
La Pedagogía de Don
Bosco en sus inicios buscó brindar mejores posibilidades de vida a unos jóvenes
que vivían en un ambiente que les era bastante hostil sin embargo, su proyecto
fue de tan alto alcance que hasta nuestros días sigue teniendo vigencia y es
que su sistema de enseñanza busca superar las problemáticas sociales de
injusticia y exclusión para desarrollar las potencialidades de los jóvenes y
hacer de éstos seres productivos para sí mismos y para la sociedad.
Lo esencial en el
sistema pedagógico de Don Bosco es lograr que la acogida y el amor sean el
gancho para que los jóvenes se queden, por lo que, mediante un ambiente de
familia, de unidad, les inculca la
necesidad de formarse y encontrarse con Dios, no por obligación sino por
convicción a fin de crecer en su vida humana y cristiana partiendo de cuanto
positivo hay en el individuo, fusionando el desarrollo humano con el
crecimiento evangélico y la vivencia de lo cristiano, razón por la que la
educación salesiana es pedagógica, espiritual y pastoral, fusionando esto en un
Sistema Preventivo que apunta a la integralidad del sujeto.


